María José Alós
07 Dec 2013 - 16 Feb 2014
MARÍA JOSÉ ALÓS
Autorretrato Apropiado
7 Diciembre 2013 - 16 Febrero 2014
Fade in: Un rostro en desespero. ¿Una cantante famosa o la autora de la película?
La duda sobre la identidad del rostro es una de las estrategias usadas en el Autorretrato Apropiado de María José Alós. Película autobiográfica construida con retazos de rostros y cuerpos que se multiplican en fractales, la directora se viste de imágenes ajenas para desnudarse más allá de la piel; superficie celuloide, texturas tecnicolor, cuerpo y dermis en movimiento.
La apropiación es motivada por un profundo anhelo de simbiosis. En este deseo la ficción y la realidad se funden, se fecundan y nace un alter ego, una autoficción. Un autorretrato por medio de y a pesar de el mito.
Una niña se multiplica, se vuelve adolescente, florece, se reconoce en espejos que se fracturan nuevamente. Sentirse diferente, al borde, being outsider, choques generacionales, incomprensión, peleas, gritos. También silencios e introspección. Calentura. El sexo entre inocencia y ansias. El padre, luego la madre. La histeria, la decepción, la depresión. Las drogas, los excesos, el sacrificio, el abandono. Amor romántico, melodrama, farsa, tragedia. Juego de géneros que se neutralizan y se ironizan. En la apropiación pierden su contundencia y fatalismo. Giros dramáticos inesperados, siguiendo el deseo de la espectadora/autora. Ante las rupturas, Alós imagina y construye/edita nuevas continuidades. Drama en loop, climax perpetuum. Pero cada corte es herida, es costura y cicatriz. En la apropiación de la narración hay también sanación. Morimos y resucitamos, una y otra vez, gracias a la magia del cine.
¿Quién soy? ¿Clementine, Natasha von Braun o Betty Blue?. ¿Edith Piaf o Sylvia Plath? Un poco de todas. (Anti)heroínas griegas de nuestras épocas. Des-construcción del impacto emotivo que los mitos e iconos siguen ejerciendo en nuestra psique e imaginario. La seductora, la insegura, “zorra desempleada, membrana permeable, espíritu salvaje”. “Amada, Madre niña, suave como corderito” - la fantasía del hombre – “pero también fiera como tigre, nunca aburrida, eso nunca, una maravilla.” “Desde entonces he estado fingiendo.” El descubrimiento de la ficción y del engaño, la mentira. ¿Se neutraliza la mentira en la apropiación? Estereotipos femeninos re-creándose en las narrativas canonizadas. ¿Ser o no ser? ¿Somos o no las heroínas de la pantalla?. ¿Qué tanto? La apropiación revela (o pone de manifiesto) estas dudas sobre la originalidad del rostro/cuerpo femenino. La narración es interrumpida, editada, contradictoria, crea una distancia crítica.
La estrategia de Alós es doble. Juega con la ruptura pero también con el encantamiento y la proyección del deseo. El cine como droga, vorágine, embriaguez. Como conjuro, ritual y oráculo, como si a través de la constelación y el acomodo de las imágenes pudiéramos incidir y cambiar el curso de nuestro propio destino. El cine cumple su promesa, todo es posible ahí, todo se vale. El deseo de la reconciliación. El orgasmo. La pequeña muerte para vencer a la muerte grande. La resurrección. El amanecer. El deseo del alma gemela, ser niños otra vez, Peter Pan, eterna infancia, fusión con la naturaleza, convertirse en mariposa, pez. En óvulo, esperma, flor que bota, una nueva vida, hija. Y también hermana, vida en reversa, polvo. Pero sobre todo esto, exorcismo y catarsis. Alós encarna su(s) duelos(s) como un épico rito de pasaje, lágrimas silenciosas y luego pulsando sin control como sangre, como bomba, aguas saladas y ríos de agua dulce “like tears in the rain”.
Rezo final. Promesas. Aprender a disfrutar el instante, perseguir las estrellas, bailar, arrancar flores silvestres, vivir cada día como si fuese el ultimo. “Ahora mismo, te lo pido, dame valor”. La imagen de la cámara al final. Grabar la vida. Registrar el rio de imágenes, crearlas, re-crearlas, recordarlas, recrearlas, vivir en ellas. “Que sean mi hogar. Que sean mi hogar”. Je ne regrette rien. Hallelujah. Fin. Amén
Ante la ausencia y la ubicuidad, el fotograma y el subtítulo. En la caída al vacío, recitar todos los nombres de las heroínas incorporadas. En las costuras de su autorretrato Alós se reapropia de si misma.
Autorretrato Apropiado
7 Diciembre 2013 - 16 Febrero 2014
Fade in: Un rostro en desespero. ¿Una cantante famosa o la autora de la película?
La duda sobre la identidad del rostro es una de las estrategias usadas en el Autorretrato Apropiado de María José Alós. Película autobiográfica construida con retazos de rostros y cuerpos que se multiplican en fractales, la directora se viste de imágenes ajenas para desnudarse más allá de la piel; superficie celuloide, texturas tecnicolor, cuerpo y dermis en movimiento.
La apropiación es motivada por un profundo anhelo de simbiosis. En este deseo la ficción y la realidad se funden, se fecundan y nace un alter ego, una autoficción. Un autorretrato por medio de y a pesar de el mito.
Una niña se multiplica, se vuelve adolescente, florece, se reconoce en espejos que se fracturan nuevamente. Sentirse diferente, al borde, being outsider, choques generacionales, incomprensión, peleas, gritos. También silencios e introspección. Calentura. El sexo entre inocencia y ansias. El padre, luego la madre. La histeria, la decepción, la depresión. Las drogas, los excesos, el sacrificio, el abandono. Amor romántico, melodrama, farsa, tragedia. Juego de géneros que se neutralizan y se ironizan. En la apropiación pierden su contundencia y fatalismo. Giros dramáticos inesperados, siguiendo el deseo de la espectadora/autora. Ante las rupturas, Alós imagina y construye/edita nuevas continuidades. Drama en loop, climax perpetuum. Pero cada corte es herida, es costura y cicatriz. En la apropiación de la narración hay también sanación. Morimos y resucitamos, una y otra vez, gracias a la magia del cine.
¿Quién soy? ¿Clementine, Natasha von Braun o Betty Blue?. ¿Edith Piaf o Sylvia Plath? Un poco de todas. (Anti)heroínas griegas de nuestras épocas. Des-construcción del impacto emotivo que los mitos e iconos siguen ejerciendo en nuestra psique e imaginario. La seductora, la insegura, “zorra desempleada, membrana permeable, espíritu salvaje”. “Amada, Madre niña, suave como corderito” - la fantasía del hombre – “pero también fiera como tigre, nunca aburrida, eso nunca, una maravilla.” “Desde entonces he estado fingiendo.” El descubrimiento de la ficción y del engaño, la mentira. ¿Se neutraliza la mentira en la apropiación? Estereotipos femeninos re-creándose en las narrativas canonizadas. ¿Ser o no ser? ¿Somos o no las heroínas de la pantalla?. ¿Qué tanto? La apropiación revela (o pone de manifiesto) estas dudas sobre la originalidad del rostro/cuerpo femenino. La narración es interrumpida, editada, contradictoria, crea una distancia crítica.
La estrategia de Alós es doble. Juega con la ruptura pero también con el encantamiento y la proyección del deseo. El cine como droga, vorágine, embriaguez. Como conjuro, ritual y oráculo, como si a través de la constelación y el acomodo de las imágenes pudiéramos incidir y cambiar el curso de nuestro propio destino. El cine cumple su promesa, todo es posible ahí, todo se vale. El deseo de la reconciliación. El orgasmo. La pequeña muerte para vencer a la muerte grande. La resurrección. El amanecer. El deseo del alma gemela, ser niños otra vez, Peter Pan, eterna infancia, fusión con la naturaleza, convertirse en mariposa, pez. En óvulo, esperma, flor que bota, una nueva vida, hija. Y también hermana, vida en reversa, polvo. Pero sobre todo esto, exorcismo y catarsis. Alós encarna su(s) duelos(s) como un épico rito de pasaje, lágrimas silenciosas y luego pulsando sin control como sangre, como bomba, aguas saladas y ríos de agua dulce “like tears in the rain”.
Rezo final. Promesas. Aprender a disfrutar el instante, perseguir las estrellas, bailar, arrancar flores silvestres, vivir cada día como si fuese el ultimo. “Ahora mismo, te lo pido, dame valor”. La imagen de la cámara al final. Grabar la vida. Registrar el rio de imágenes, crearlas, re-crearlas, recordarlas, recrearlas, vivir en ellas. “Que sean mi hogar. Que sean mi hogar”. Je ne regrette rien. Hallelujah. Fin. Amén
Ante la ausencia y la ubicuidad, el fotograma y el subtítulo. En la caída al vacío, recitar todos los nombres de las heroínas incorporadas. En las costuras de su autorretrato Alós se reapropia de si misma.