Enrique Marty
21 Apr - 01 Jun 2006
ENRIQUE MARTY
"Calle APOCALIPSTICK".
Del 21 de abril al 1 de junio de 2006.
Calle APOCALIPSTICK, la quinta exposición individual de Enrique Marty en la galería Espacio Mínimo, es una compleja instalación, creada expresamente para este espacio, compuesta de pinturas, esculturas y vídeos que gira conceptualmente en torno al modo de exponer o mostrar los objetos de arte. Para ello, el artista ha transformado la galería en un mini-mundo en el que, entre otras cosas, y sin tener en cuenta las proporciones habituales, ha ubicado tres salas de cine que proyectan sus nuevas películas y ha recreado, reducida, la representación total de la galería de arte, incluida la entrada de la calle, dentro de una de las salas de la propia galería que está habitada por personajes conocidos y que cuelga en sus paredes las pinturas a modo de carteles de las mismas películas que se han proyectado en ese mismo espacio en ocasiones anteriores. De este modo, el artista da una nueva vuelta de tuerca a un tema tan recurrente como es el de la representación de y dentro de la representación, incorporando a su vez en esta ocasión, para profundizar en este concepto, el elemento temporal a esta especie de juego de muñecas rusas creado con el espacio: una exposición que se auto-cita mediante una instalación creada como metáfora de sí misma.
Como en ocasiones anteriores, Enrique Marty trata nuevamente de mostrar una realidad alterada e inquietante, un espejo deformado que escupe –en palabras de David Barro- rostros que son los nuestros sin maquillar, o mejor, maquillados hasta un lujurioso exceso.
"Calle APOCALIPSTICK".
Del 21 de abril al 1 de junio de 2006.
Calle APOCALIPSTICK, la quinta exposición individual de Enrique Marty en la galería Espacio Mínimo, es una compleja instalación, creada expresamente para este espacio, compuesta de pinturas, esculturas y vídeos que gira conceptualmente en torno al modo de exponer o mostrar los objetos de arte. Para ello, el artista ha transformado la galería en un mini-mundo en el que, entre otras cosas, y sin tener en cuenta las proporciones habituales, ha ubicado tres salas de cine que proyectan sus nuevas películas y ha recreado, reducida, la representación total de la galería de arte, incluida la entrada de la calle, dentro de una de las salas de la propia galería que está habitada por personajes conocidos y que cuelga en sus paredes las pinturas a modo de carteles de las mismas películas que se han proyectado en ese mismo espacio en ocasiones anteriores. De este modo, el artista da una nueva vuelta de tuerca a un tema tan recurrente como es el de la representación de y dentro de la representación, incorporando a su vez en esta ocasión, para profundizar en este concepto, el elemento temporal a esta especie de juego de muñecas rusas creado con el espacio: una exposición que se auto-cita mediante una instalación creada como metáfora de sí misma.
Como en ocasiones anteriores, Enrique Marty trata nuevamente de mostrar una realidad alterada e inquietante, un espejo deformado que escupe –en palabras de David Barro- rostros que son los nuestros sin maquillar, o mejor, maquillados hasta un lujurioso exceso.