David Moreno
26 Jan - 16 Mar 2013
DAVID MORENO
Resonancia y Silencio
janaury 26 | 2013 - march 16 | 2013
La obra de David Moreno se ha movido entre dos universos: el de la figuración del sonido y el de la sonoridad de las imágenes, rescatando y revolucionando la larga tradición del cinetismo moderno. Su interés por las intersecciones entre la música y la pintura no solo ha sido de índole formal, sino que ha constituido una vía de interrogación a la esencia de la imagen artística como resonancia y silencio, y al cuerpo mismo de lo visual. De esta manera, su resistencia, irradiación física, capacidad y sustancia se ven reflejadas como repeticiones, cortes, incisiones y vibraciones visuales.
En palabras del artista: “La música existe y le da forma al tiempo en una duración específica. Se trata de un arte que refleja, de manera abstracta, nuestro sentido de lo que significa estar vivo. El reto de trabajar con materiales bidimensionales y estáticos radica en dotarles de esa cualidad de movimiento y duración, de vivificar lo inerte”.
Mediante instalaciones sonoras, un proceso de arqueología tecnológica, experimentaciones electro-acústicas y a través del dibujo y la fotografía, Moreno ha construido un sólido cuerpo de trabajo desde 1981. Impresionado por la película Eraserhead de David Lynch, comenzó a interesarse por el manejo de las cámaras fotográficas de 35 mm y los rodajes con Super8. Esta experiencia, conjugada con su desempeño pictórico y una fascinación por las espirales y círculos –y el juego infantil de dar vueltas sobre uno mismo hasta marearse– le permitió descubrir la capacidad de la cámara para captar eventos acústicos y visuales hacia un lenguaje abstracto.
Desde el inicio, David Moreno ha intentado impregnar su obra de una cualidad física, involucrando su cuerpo y manos en el proceso de producción la imagen y recurriendo al papel como soporte para mantener una escala y un contacto humano en la pieza, y así evidenciar que toda tecnología es una extensión del cuerpo. Su elección por el papel, sobre otros soportes más establecidos como el lienzo, ha posibilitado una ruptura con una cierta gravedad cultural: “La relativa naturaleza efímera del papel refuerza el tipo de imaginario que me interesa trabajar, imaginario que, como el papel mismo, también se basa en una condición transitoria”.
La limpieza, claridad e inmediatez del trazo en sus dibujos, así como la simpleza de sus piezas sensoriales, no solo constituyen un disfrute que recuerda los divertimentos infantiles si no que también invitan a una reflexión y una parodia del mundo digitalizado, aunque sin proporcionar respuestas definitivas, ya que que su obra es resultado de la exploración y la curiosidad permanente.
Resonancia y Silencio
janaury 26 | 2013 - march 16 | 2013
La obra de David Moreno se ha movido entre dos universos: el de la figuración del sonido y el de la sonoridad de las imágenes, rescatando y revolucionando la larga tradición del cinetismo moderno. Su interés por las intersecciones entre la música y la pintura no solo ha sido de índole formal, sino que ha constituido una vía de interrogación a la esencia de la imagen artística como resonancia y silencio, y al cuerpo mismo de lo visual. De esta manera, su resistencia, irradiación física, capacidad y sustancia se ven reflejadas como repeticiones, cortes, incisiones y vibraciones visuales.
En palabras del artista: “La música existe y le da forma al tiempo en una duración específica. Se trata de un arte que refleja, de manera abstracta, nuestro sentido de lo que significa estar vivo. El reto de trabajar con materiales bidimensionales y estáticos radica en dotarles de esa cualidad de movimiento y duración, de vivificar lo inerte”.
Mediante instalaciones sonoras, un proceso de arqueología tecnológica, experimentaciones electro-acústicas y a través del dibujo y la fotografía, Moreno ha construido un sólido cuerpo de trabajo desde 1981. Impresionado por la película Eraserhead de David Lynch, comenzó a interesarse por el manejo de las cámaras fotográficas de 35 mm y los rodajes con Super8. Esta experiencia, conjugada con su desempeño pictórico y una fascinación por las espirales y círculos –y el juego infantil de dar vueltas sobre uno mismo hasta marearse– le permitió descubrir la capacidad de la cámara para captar eventos acústicos y visuales hacia un lenguaje abstracto.
Desde el inicio, David Moreno ha intentado impregnar su obra de una cualidad física, involucrando su cuerpo y manos en el proceso de producción la imagen y recurriendo al papel como soporte para mantener una escala y un contacto humano en la pieza, y así evidenciar que toda tecnología es una extensión del cuerpo. Su elección por el papel, sobre otros soportes más establecidos como el lienzo, ha posibilitado una ruptura con una cierta gravedad cultural: “La relativa naturaleza efímera del papel refuerza el tipo de imaginario que me interesa trabajar, imaginario que, como el papel mismo, también se basa en una condición transitoria”.
La limpieza, claridad e inmediatez del trazo en sus dibujos, así como la simpleza de sus piezas sensoriales, no solo constituyen un disfrute que recuerda los divertimentos infantiles si no que también invitan a una reflexión y una parodia del mundo digitalizado, aunque sin proporcionar respuestas definitivas, ya que que su obra es resultado de la exploración y la curiosidad permanente.