Marina Núñez
16 Nov 2006 - 05 Jan 2007
MARINA NÚÑEZ
La exposición se compone de una serie de retratos en vídeo y una videoinstalación en los que la artista indaga en la identidad del ser humano contemporáneo que, lejos de pertenecer a un entorno estable, se ve sometido a constantes alteraciones. En el siglo XXI, el individuo tiene que adaptarse continuamente a nuevos condicionamientos, a nuevos entornos y situaciones que exigen que su constitución sea flexible, múltiple y capaz de transformarse para subsistir. Muchos de estos cambios proceden en gran medida del influjo tecnológico, lo que lleva a Marina Núñez a reflexionar sobre la incidencia de la tecnología en el hombre, que termina viéndose transformado por su propia creación.
Marina Núñez desecha la noción de identidad como un conjunto rígido de características esenciales y predeterminadas. Al contrario, apuesta por una definición metamórfica del individuo, como una suerte de performance que se construye en las prácticas cotidianas y las interacciones sociales. Es una identidad que carece de naturaleza propia, independiente de los accidentes que la constituyen. Así, vemos en sus vídeos rostros en los que queda marcada la huella de la experiencia, grandes ojos que se multiplican y absorben esta realidad proteica y mutable o retratos en los que penetran componentes científicos y redes tecnológicas.
Este nuevo individuo, lejos de constituirse como un yo unitario y represor de agentes externos, es un yo múltiple y abierto al cambio, al flujo de acciones y reacciones que potencian todas sus capacidades. Esta noción de identidad variable era anteriormente considerada como distintivo del loco o del trastornado, pero ha adquirido un apoyo cada vez mayor por parte de historiadores, filósofos y psicólogos contemporáneos.
La exposición se completa con una videoinstalación de dos pantallas en la que una mujer, perdida en un inquietante y oscuro bosque, huye de algo desconocido, del que sólo advertimos un sonido susurrante y perturbador. Una aparente amenaza exterior que sin embargo es en realidad el proceso de interacción del sujeto con su entorno y que alberga dentro de sí estas nociones de multiplicidad y otredad.
Marina Núñez ha expuesto su obra en destacados centros de arte contemporáneo, entre los que se encuentran el Espacio Uno del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Pilar y Joan Miró de Palma de Mallorca, Domus Artium 2 de Salamanca, la Casa de América en Madrid o el Instituto Cervantes de París así como en numerosas galerías internacionales. Su obra figura en colecciones de varias instituciones, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Artium, la Fundación La Caixa o DA2, así como numerosas colecciones particulares de prestigio.
© Marina Núñez
Conexión, 2006
video en DVD. 1'45"
Ed.3
Actriz Carmen Núñez
Director de Fotografía: Pedro Gallego de Lerma
3D: David Hernández Chacón
La exposición se compone de una serie de retratos en vídeo y una videoinstalación en los que la artista indaga en la identidad del ser humano contemporáneo que, lejos de pertenecer a un entorno estable, se ve sometido a constantes alteraciones. En el siglo XXI, el individuo tiene que adaptarse continuamente a nuevos condicionamientos, a nuevos entornos y situaciones que exigen que su constitución sea flexible, múltiple y capaz de transformarse para subsistir. Muchos de estos cambios proceden en gran medida del influjo tecnológico, lo que lleva a Marina Núñez a reflexionar sobre la incidencia de la tecnología en el hombre, que termina viéndose transformado por su propia creación.
Marina Núñez desecha la noción de identidad como un conjunto rígido de características esenciales y predeterminadas. Al contrario, apuesta por una definición metamórfica del individuo, como una suerte de performance que se construye en las prácticas cotidianas y las interacciones sociales. Es una identidad que carece de naturaleza propia, independiente de los accidentes que la constituyen. Así, vemos en sus vídeos rostros en los que queda marcada la huella de la experiencia, grandes ojos que se multiplican y absorben esta realidad proteica y mutable o retratos en los que penetran componentes científicos y redes tecnológicas.
Este nuevo individuo, lejos de constituirse como un yo unitario y represor de agentes externos, es un yo múltiple y abierto al cambio, al flujo de acciones y reacciones que potencian todas sus capacidades. Esta noción de identidad variable era anteriormente considerada como distintivo del loco o del trastornado, pero ha adquirido un apoyo cada vez mayor por parte de historiadores, filósofos y psicólogos contemporáneos.
La exposición se completa con una videoinstalación de dos pantallas en la que una mujer, perdida en un inquietante y oscuro bosque, huye de algo desconocido, del que sólo advertimos un sonido susurrante y perturbador. Una aparente amenaza exterior que sin embargo es en realidad el proceso de interacción del sujeto con su entorno y que alberga dentro de sí estas nociones de multiplicidad y otredad.
Marina Núñez ha expuesto su obra en destacados centros de arte contemporáneo, entre los que se encuentran el Espacio Uno del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Pilar y Joan Miró de Palma de Mallorca, Domus Artium 2 de Salamanca, la Casa de América en Madrid o el Instituto Cervantes de París así como en numerosas galerías internacionales. Su obra figura en colecciones de varias instituciones, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Artium, la Fundación La Caixa o DA2, así como numerosas colecciones particulares de prestigio.
© Marina Núñez
Conexión, 2006
video en DVD. 1'45"
Ed.3
Actriz Carmen Núñez
Director de Fotografía: Pedro Gallego de Lerma
3D: David Hernández Chacón